No hay ritual más especial para compartir en familia que un desayuno de domingo. Cuando la hora de despertar es un poco más misericordiosa que lo habitual, y el aroma a café con leche y pan caliente nos invita a la conversación prolongada. Infaltable en esa liturgias un buen tamal. Aquel mágico producto que deshace las glándulas salivales de los comensales con su fina textura y su cautivante sabor. A finales del año pasado, el antropólogo Humberto Rodríguez Pastor publicó un libro denominado “La vida en el entorno del tamal peruano”, con el que pone el punto final a una trilogía dedicada al producto en mención. En él hace un recorrido por todo lo que envuelve al tamal. Su historia, sus formas, su preparación. Y al mismo tiempo reseña la vida de las personas que lo hacen posible: las famosas tamaleras.
Una de ellas es Magaly Silva Cordero, tamalera de siempre, de pura cepa, que le ha dedicado su vida a la devoción del bocadillo preferido por la mayoría de peruanos. Magaly actualmente está atravesando una dura prueba, y un gran número de cocineros y gente relacionada con la gastronomía se han solidarizado con ella. APEGA, CENFOTUR, la Universidad de San Martín de Porres, etc. El IPG se ha sumado a esa noble causa, y el resultado es un almuerzo benéfico a realizarse en nuestro local el sábado 12 de julio.
Para conocer un poco más a Magaly vale esta cita a un fragmento de uno de los libros de Humberto Rodríguez Pastor: “Magaly es impresionantemente inteligente, conversadora elocuente e interminable, aunque a veces concede y escucha a su interlocutor. Aprendió mucho de la vida, no tanto por los libros, de los que no está tan apegada, sino de la calle. Allí supo que hay personas buenas y malas, ella siempre prefirió y sólo se acerca a las primeras. Tiene una inmensa generosidad y un humanismo que a veces no compagina con el negocio, nuestra observación es que resulta altamente ingenua al seguir dando a veces crédito o haciendo rebajas que perjudican su bolsillo. Pero no puede dejar de ser lo que es, una tamalera hermosa y generosa”.
Apoyemos a Magaly. Pilar y gran colaboradora en la existencia del tamal. Acaso la artífice directa de nuestros desayunos familiares los domingos.
Una de ellas es Magaly Silva Cordero, tamalera de siempre, de pura cepa, que le ha dedicado su vida a la devoción del bocadillo preferido por la mayoría de peruanos. Magaly actualmente está atravesando una dura prueba, y un gran número de cocineros y gente relacionada con la gastronomía se han solidarizado con ella. APEGA, CENFOTUR, la Universidad de San Martín de Porres, etc. El IPG se ha sumado a esa noble causa, y el resultado es un almuerzo benéfico a realizarse en nuestro local el sábado 12 de julio.
Para conocer un poco más a Magaly vale esta cita a un fragmento de uno de los libros de Humberto Rodríguez Pastor: “Magaly es impresionantemente inteligente, conversadora elocuente e interminable, aunque a veces concede y escucha a su interlocutor. Aprendió mucho de la vida, no tanto por los libros, de los que no está tan apegada, sino de la calle. Allí supo que hay personas buenas y malas, ella siempre prefirió y sólo se acerca a las primeras. Tiene una inmensa generosidad y un humanismo que a veces no compagina con el negocio, nuestra observación es que resulta altamente ingenua al seguir dando a veces crédito o haciendo rebajas que perjudican su bolsillo. Pero no puede dejar de ser lo que es, una tamalera hermosa y generosa”.
Apoyemos a Magaly. Pilar y gran colaboradora en la existencia del tamal. Acaso la artífice directa de nuestros desayunos familiares los domingos.
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