viernes, 24 de octubre de 2008

Una lucha por la comida sana


Para que un concepto tan poderoso como la gastronomía esté completo, tiene que ir de la mano con la salud. Comer bien es, a la vez, comer sano. Hace unos días, el 16 de octubre, se celebró “El día Mundial de la Alimentación”, y anclándose en eso como la mejor “excusa”, la plataforma “Perú, país libre de transgénicos” dio la apertura el primer “Festival de la Agrobiodiversidad”, evento que incluyó una feria de exposición de venta de productores ecológicos de diez regiones del país, festivales artísticos, y diversas conferencias sobre la protección de la biodiversidad, seguridad alimentaria y comercio justo. El IPG fue invitado a participar de dos maneras: la primera con la elaboración por parte de nuestros alumnos de distintos aperitivos nutritivos para el gusto de la concurrencia, y la segunda mediante la intervención de Andrés Ugaz en distintas conferencias.

El evento se realizó íntegramente en el auditorio de la Universidad Norbert Wiener, y contó con la participación de distintas personalidades del rubro, como Antonio Brack, actual Ministro del Ambiente; Jaime Delgado Zegarra, presidente de ASPEC (Asociación Peruana de Cosnumidores y Usuarios; la congresista Juana Huancahuari, autora del proyecto de ley para declarar al país libre de productos transgénicos; la actriz Urpi Gibbons; diversos representantes de la Asociación Nacional de Productores Ecológicos del Perú; y representando a nuestro instituto, Andrés Ugaz, presentado como un reconocido chef y Director del Instituto Peruano de Gastronomía.

El núcleo de toda la actividad estuvo en la posición en contra de los productos transgénicos en el país. ¿Qué son estos productos? Son alimentos u organismos a los que se le altera la información genética propia con la adición de genes procedentes de otro organismo. Hace un tiempo, el ex ministro de Agricultura, Ismael Benavides, hizo unas declaraciones manifestándose a favor del ingreso de cultivos transgénicos al Perú. Pero estos alimentos van en contra de la salud, y en épocas en las que la inclinación por productos saludables es una realidad en el mundo, no es posible que en el país se “juegue” en contra.

Todo el evento se movió a favor de los productos ecológicos, que a diferencia de los transgénicos, protegen nuestra salud y, sobre todo, no contaminan ni los suelos ni el ambiente. Los productos transgénicos pierden sus nutrientes, y por su contaminación con agroquímicos, generan enfermedades como las alergias y el cáncer. En un país en el que anualmente más de cuatro mil personas mueren por causa de la contaminación ambiental, es un absurdo motivar el uso de los transgénicos en la alimentación.

El IPG, como lo dijo Andrés Ugaz, se une a esta lucha. Somos un instituto no sólo comprometido con los sabores de nuestro país, sino también con los saberes. La sana alimentación, por ende, es fundamental en el desarrollo de nuestros futuros cocineros.



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