lunes, 9 de marzo de 2009

El IPG de gala para recibir al SNV

El pasado viernes el IPG se vistió de gala para recibir a la gente del Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV) de Latinoamérica, celebrando nuestra alianza en diversas actividades que ya han sido reseñadas en este espacio. Llegaron a nuestro local de Chorrillos treinta y dos personas del SNV, lideradas por el señor Robert de Jongh, y a ellos se les ofreció una gran cena. En este acontecimiento participaron varios de nuestros alumnos, que se encargaron de la elaboración de todos los platos y demostraron estar a la altura.


La visita no merecía nada menos, así que todo el IPG se entregó por completo a su llegada. Desde los momentos previos hasta la despedida, había que estar alerta. Se tuvo que maquillar hasta lo máximo el local e inyectar en todos nuestros alumnos el compromiso para afrontar el “partido” de la mejor manera. Lo más fuerte estuvo en la preparación de los platos. Es sabido que la cocina es un espacio tenso, donde no se permite la mínima distracción y se requiere mucha seriedad. Los alumnos se organizaron en diversos grupos. Algunos se encargaron de cocinar, otros de servir los platos. Todos supervisados bajo la atenta mirada de nuestro Director Gastronómico Andrés Ugaz, que no dudó en “meter mano” para perfeccionar diversos sabores.


El SNV es una entidad internacional, y su “cabeza” en Latinoamérica, Robert de Jongh, es un hombre con mucho mundo. Había que agasajarlo, lógicamente, con sabores nacionales. Había que contagiarlo con la magia de la cocina peruana. Entonces el menú brindado fue realizado en base a distintos insumos del Perú. Y contó, como aperitivo, con el tradicional e infaltable Pisco Sour, que acompañado de diversos mini sánguches de pato y mermelada de cebolla en un pan enano a base de yuca, sirvió como infalible “abreboca”. Luego se pasó a la entrada, que constó de una causa en tres texturas. La primera, frita con un langostino salteado y salsa golf; la segunda con un pescado crocante y escabechado; y la tercera nuestra clásica de pollo y palta.

El plato fuerte descansó en unos maravillosos ravioles bañados en una suculenta salsa de ají de gallina que deleitaban a cualquiera. Como postre se sirvió un crocante de lúcuma, preparado con chocolate y lúcuma de los valles interandinos del Perú. Se complementó todo aquello con distintos panes, vinos y quesos de nuestra tierra.

En un intermedio de la velada Andrés Ugaz le ofreció a Robert de Jongh un ejemplar de su mentado libro “Panes del Perú: el encuentro entre el maíz y el trigo”. Y por consiguiente, nuestro principal homenajeado tomó la palabra para brindar un discurso en el que no dudó en felicitar la alianza entre SNV y el IPG. Nos dejó para concluir una gran certeza: es muy fácil trabajar cuando te entregan las cosas fáciles, y tanto la gente del SNV de Latinoamérica y el IPG, que recién se abren camino, son dos entidades luchando en mercados difíciles sin que se les ofrezca nada gratuito. Por eso es doble su mérito. Robert de Jongh se dirigió a sus trabajadores para indicarles que pese a lo mucho que hay por hacer, y a lo difícil que se presenta el futuro, hay también motivos para celebrar por todo lo ya realizado. Les dijo que hay un tesoro en sus ganas y deseos por sacar adelante su proyecto. Todo ello nos contagió, y nos obliga a afirmar que nuestro tesoro está en nuestros alumnos, quienes la noche del viernes se brindaron con el 100 por ciento de su talento y sus deseos de superación para que la cena-homenaje a la gente del SNV Latinoamérica haya sido más que provechosa. A ellos nuestro principal aplauso.



Que el futuro colme de bendiciones a SNV y el IPG. Con esfuerzo, lo sabemos, todo es posible. Vamos por el buen camino.



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