viernes, 13 de junio de 2008

Una conquista a cucharazo limpio

A propósito de los laureles a restaurantes peruanos en Chile (como el triunfo de Astrid & Gastón), presentamos un artículo relacionado. La conquista a cucharazo limpio de nuestra cocina en el vecino país del sur.

Chile ha sido siempre para el Perú un dolor de cabeza. La historia se ha encargado de posicionar a nuestro hermano país del sur como una sombra gigante que oscurece todos nuestros logros, un monstruo que no nos permite ver la luz. La Guerra del Pacífico, con el Huascar como icono de la derrota, dejó clarísimo el hecho de que entre nosotros y los chilenos jamás existirá armonía total; que ellos, como el hermano menor más talentoso y pesado, se encargarán de gritarle al mundo que nos quieren hundir a toda costa. "Que su raza es superior a la nuestra", "que su economía anda en superávit cuando aquí nos morimos de hambre", "que nuestros productos son sus productos". El tiempo se ha encargado de colocar a Chile siempre un escalón más adelante que el nuestro. Y si en el Perú aparecía un literato reconocido, en Chile también. Si Jaime Yzaga, nuestro mejor exponente en el tenis, le ganaba a Pete Saampras, Marcelo Ríos, chileno, era casi campeón del mundo. Si Solano jugaba en Boca, Marcelo Salas la rompía en River, y salía campeón. Y si al pisco en el Perú no le dábamos bola, en Chile decían que era de ellos, y el planeta entero les creía.

Existe un rubro en el que los chilenos jamás lograron (ni lograrán, asumo) superarnos: la gastronomía. Si ellos nos conquistaron con sus barcos y sus armas, nosotros lo hicimos con nuestra cuchara. Nuestra colonización fue por el estómago. A finales del siglo XX con la masiva migración de peruanos hacia Chile apareció un fenómeno que cambió para siempre el paladar de los “Mapochos”: las cocineras peruanas. Estas llegaron a trabajar como empleadas domésticas a Chile, y a punta de ají de gallina, lomo saltado y suspiro limeño, le gritaron a sus empleadores que a partir de ese momento su cocina sería una ex cocina. Que sus sabores eran insípidos y que del placer de comer (acaso el más grande del mundo) se habían perdido muchísimo, muchísimas generaciones.

En Chile hoy se habla de un mestizaje estomacal. Nuestros platos al inicio y luego nuestros insumos se han ido ganando un lugar en la mayoría de familias chilenas. Tener una cocinera peruana en Chile a inicios de los noventa era un lujo, y venían cargadas de un consenso. “Le hablan bien a los niños, cocinan fantástico y no son tan pluma parada como las de acá”, que en “peruanismo” quiere decir que son más educadas y respetuosas, o algo así.

Hoy en día son muchísimos peruanos los que viven en Chile, más de 50 mil, y es tan grande su nostalgia que han ido llegando con ellos sus comidas y bebidas (la Inca Kola por ejemplo). Era difícil cocinar platos peruanos en Chile por la sencilla y obvia razón de que nuestros insumos son únicos. No es tarea fácil preparar un buen cebiche con un limón que no sea el nuestro, por citar un ejemplo concreto. Pero fue tan grande el fenómeno por nuestra gastronomía que aparecieron en Chile empresarios con visión que se encargaron de trasladar nuestros insumos hacia allá, y les han dejado a nuestros cocineros, en buen cristiano, “la mesa servida”. Consecuentemente han aparecido los restaurantes peruanos, con gran éxito, y hoy son muchos los que cuentan con clientes cautivos. De hecho, el triunfo del restaurante Astrid & Gastón, elegido por los comensales como el lugar en el que se come mejor en todo Chile, es una prueba rotunda. "La gastronomía peruana ya se apoderó de los paladares chilenos", dicen las críticas.

Los peruanos hemos cambiado la cultura gastronómica en Chile. La hemos transformado. Y si antes el ajo era despreciado, hoy es indispensable. Y si la cebolla o el ají estaban destinados a sectores marginales, hoy en día se preocupan las casas más de alcurnia por que no les falte en su despensa. A diferencia del pisco, en la comida a los chilenos no les queda otra que aceptar la derrota. Hasta existen libros al respecto, como el de Emilio Peschiera, llamado “Secretos de la cocina peruana”, destinado exclusivamente a público chileno. Perdimos la Guerra del Pacífico y el Huascar jamás volverá a nuestras tierras. Arica es un recuerdo cada vez más olvidado y nos seguirán reventando la paciencia con la cantaleta de que el pisco es de ellos. Incluso en el fútbol se jactarán siempre de que “nos tienen de hijos”. Pero en la cocina, placer de placeres, les hemos dado una tanda.

jueves, 12 de junio de 2008

Veinte lucas en el IPG


Como parte de su reciente programa televisivo denominado “Veinte lucas”, el periodista Mauricio Fernandini visitó el IPG. Su programa, un espacio culinario que se transmite por el canal 7, se ha propuesto llevar la exquisita cocina gourmet a las mesas de los peruanos de a pie, invitando a un chef reconocido para que con 20 soles haga tres platos (entrada, segundo y postre) para cuatro personas. En esta oportunidad, no se utilizó esa modalidad. La sección grabada en el IPG forma parte de un especial que se le hizo a Andrés Ugaz a propósito de su triunfo con el libro “Panes del Perú: el encuentro entre el maíz y el trigo”. Andrés, junto al maestro panadero Alexander Orozco, deleitó al periodista y a la gente de su equipo con la elaboración de diversos panes. Los acompañaron los alumnos del IPG Rodrigo Zambrano, Adesh Osorio y Cristian Lora. A continuación, las fotos de dicho día.




jueves, 5 de junio de 2008

En búsqueda de periodistas con buena sazón

En una jornada llena de jovialidad y buena sazón, se produjo la “Primera clase maestra” para periodistas en el IPG. Esta sirvió como presentación (y demostración) a lo que será el “Taller para periodistas gastronómicos” que se iniciará el viernes 20 de junio en nuestro local. Estuvieron presentes los periodistas José Cabrera, Jorge Luján, Yulissa Vizcarra, Mauricio Díaz, Felipe Gamonal, Jesús Pizarro, Jéssica Niño y Carmen López, además del público interesado y conocidos de “la casa”. Ellos disfrutaron en primer lugar del arte del “Maestro Panadero” Alexander Orozco, quien los deleitó, en nuestro salón de panadería, con la preparación de distintos panes a base de papa amarilla, y les ofreció algunos tips como aperitivo a lo que accederán con el taller. Luego, pasaron a nuestra cocina, y ahí el chef y nuestro Director Gastronómico Andrés Ugaz, les hizo una sesión demostrativa para la elaboración de dos platos bandera de la culinaria peruana: la causa criolla y el lomo saltado. Al instante, los periodistas pasaron a preparar estos alimentos, guiados por algunos de nuestros alumnos y bajo la atenta mirada de Andrés y de Víctor Santa María, nuestro Jefe de Almacén.

Al finalizar la sesión los periodistas se mostraron satisfechos. Se divirtieron mucho preparando los platos y disfrutaron con la “magia” de Alexander. Todos se comprometieron a participar del taller, y a “pasar la voz” a distintos colegas, felicitando la iniciativa del IPG. El talento del periodista, a menudo no tan reconocido, es similar al del cocinero. Se enfrenta a las órdenes del día a día y se las arregla con los “insumos” de la noticia, pese a que a veces son austeros. Ahí aparece el talento, y el resultado es una nota que cuando sale del “horno” de la imprenta, se digiere con facilidad.

En el IPG valoramos mucho el talento del periodista. Es por ello que creemos que se merecen este taller, para que de la mano de gente especializada, se empapen de todo lo que encierra nuestra gastronomía, más allá de su exquisito sabor: utilización de insumos en distintas geografías, influencias de otras culturas, historia de los platos, etc. La consecuencia será una crítica gastronómica responsable, con conocimiento de “causa”. Y con ello, ya no más textos “insípidos”, pues la “sazón” de su escritura, lo sabemos, está garantizada.

Lo que incluye el taller

La modalidad del taller tendrá inicialmente una reseña histórica del tema tratado, para después pasar a los talleres de cocina donde se procederá con la preparación del plato en relación con lo expuesto. Constará de diez sesiones: Antecedentes de los trabajos de investigación en la historia de la alimentación; Gastronomía y alimentación en el Perú; La cocina peruana en el tiempo, cocinas regionales del Perú; Lógica y estructura del litoral peruano; Lógica y estructura de las cocinas andinas; La cocina y la preservación de la biodiversidad en el Perú; Cocina e identidad, la cocina peruana como huella del gusto (cocina, cultura y folclore); Panadería básica; y la evaluación final.
Los docentes que estarán a cargo serán Andrés Ugaz, Alexander Orozco, Carla González, Flavio Solórzano, Rodolfo Tafur, y la participación especial de la investigadora Isabel Álvarez. La bandeja está lista.

lunes, 2 de junio de 2008

Andrés Ugaz ofreció un discurso en la UPC

El concepto de rutas gastronómicas, aquel que busca integrar de manera eficiente al turismo y la gastronomía con miras a aumentar las visitas del extranjero al Perú, y al mismo tiempo colocar a nuestra cocina en el pedestal que se merece, es defendido y fomentado por nuestro Director Gastronómico Andrés Ugaz. Él es un convencido, por ejemplo, que la ruta de la papa nativa en el Valle Mantaro es posible. Que estamos en la capacidad de mostrar un producto valioso y que sin duda captaría la atención del mundo. A propósito de ello, la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) lo invitó a participar de una conferencia destinada a los alumnos de la facultad de nutrición de dicha casa de estudios. Andrés expuso los principios de la ruta de la papa nativa frente al público y los convenció con su gran manejo del tema y su facilidad de palabra al momento de captar oyentes.

Vestido con el uniforme del IPG, Andrés actuó como un digno representante de la gastronomía del Perú, y aprovechó para calar en los jóvenes estudiantes el concepto de defensa hacia nuestra cocina, hacia nuestros productos. Entre otras cosas señaló que nuestra gastronomía, si bien es reconocida en el mundo entero, aún no obtiene la formalidad necesaria que le permita ser una fuente de ingresos para todos los artífices de su existencia. Y que con las rutas gastronómicas se daría un primer paso importante. “La cocina peruana no es grande a partir de un chef que sale en la televisión, o de distintos cocineros que hoy son reconocidos. La cocina peruana es un trabajo constante de más de ocho mil años de historia”, dijo Andrés Ugaz mientras colocaba en la pantalla del proyector imágenes diversas de la papa nativa. Con las rutas gastronómicas se beneficia el turista, los dueños de restaurantes y hoteles, y también el agricultor que trabaja todo el día en la elaboración de los productos.


Felicitamos la presencia de Andrés Ugaz en la reconocida y cada vez más grande UPC. Y estamos esperando, como se pactó al final de la conferencia, la visita de alumnos y representantes de la universidad en el IPG.

Homenaje a la papa en Barranco

La papa se sigue homenajeando. El viernes 30 de mayo fue el día de este tubérculo valioso, orgullo del Perú. La municipalidad de Barranco con una iniciativa del colegio Saco Oliveros, rindió homenaje a la papa en el tradicional parque del distrito. Participaron de la ceremonia distintos institutos de cocina, que ofrecieron al público varios platos realizados en base de papa. Lógicamente, el IPG dijo presente. Esta vez representado por los alumnos del turno noche Edwin Garibay, Cristian Lora, José Wilder Vásquez, María del Carmen Carhuallanqui, Jean Carlos Guzmán, Nancy Pérez y Sussan Ruíz. Siempre guiados por el eficiente Víctor Santa María, jefe de almacén del IPG.

Además del IPG estuvieron CENFOTUR, el INIA, el instituto Libertador, la Universidad Alas Peruanas y una representación del colegio Saco Oliveros. La ceremonia incluyó las palabras del alcalde barranquino Felipe Mezarina Tong, entre otros expositores. Todos los discursos giraron en torno a las bondades de la papa. “Hay que estar orgulloso de ella”. “Debemos tratar de levantar al agricultor que tiene ocho mil años trabajando las tierras”. “Hay que ofrecer este mágico producto al extranjero”.


La ceremonia continuó con una simpática coreografía realizada por los alumnos del colegio Saco Oliveros, destacando la presencia de un alumno disfrazado de papa que generó sonrisas entre los concurrentes. Luego se prosiguió a la degustación de alimentos. Cada instituto tenía su stand, y una vez más, destacó la elegancia del IPG, con platos que fueron bien recibidos por el público. Esta vez los alumnos prepararon un auténtico pastel de papa, y unas bolitas hechas en base al tubérculo galardonado, mezcladas o con espinacas, albahaca y finas hierbas (las de color verde), o con crema de rocoto (las naranjas). Con su toque de limón y otros secretos que no estamos en posibilidad de distinguir, se logró un magnífico sabor.


La papa se sigue homenajeando, y el IPG le sigue rindiendo tributo. Lo importante de estas actividades es la posibilidad de “foguearse” de nuestros alumnos, que en más de una oportunidad han recibido el siguiente elogio: “No parecen de primer ciclo”. Siempre con el apoyo de Víctor, los muchachos siguen dando frutos.