jueves, 3 de julio de 2008

Apoyemos a Magaly

No hay ritual más especial para compartir en familia que un desayuno de domingo. Cuando la hora de despertar es un poco más misericordiosa que lo habitual, y el aroma a café con leche y pan caliente nos invita a la conversación prolongada. Infaltable en esa liturgias un buen tamal. Aquel mágico producto que deshace las glándulas salivales de los comensales con su fina textura y su cautivante sabor. A finales del año pasado, el antropólogo Humberto Rodríguez Pastor publicó un libro denominado “La vida en el entorno del tamal peruano”, con el que pone el punto final a una trilogía dedicada al producto en mención. En él hace un recorrido por todo lo que envuelve al tamal. Su historia, sus formas, su preparación. Y al mismo tiempo reseña la vida de las personas que lo hacen posible: las famosas tamaleras.

Una de ellas es Magaly Silva Cordero, tamalera de siempre, de pura cepa, que le ha dedicado su vida a la devoción del bocadillo preferido por la mayoría de peruanos. Magaly actualmente está atravesando una dura prueba, y un gran número de cocineros y gente relacionada con la gastronomía se han solidarizado con ella. APEGA, CENFOTUR, la Universidad de San Martín de Porres, etc. El IPG se ha sumado a esa noble causa, y el resultado es un almuerzo benéfico a realizarse en nuestro local el sábado 12 de julio.

Para conocer un poco más a Magaly vale esta cita a un fragmento de uno de los libros de Humberto Rodríguez Pastor: “Magaly es impresionantemente inteligente, conversadora elocuente e interminable, aunque a veces concede y escucha a su interlocutor. Aprendió mucho de la vida, no tanto por los libros, de los que no está tan apegada, sino de la calle. Allí supo que hay personas buenas y malas, ella siempre prefirió y sólo se acerca a las primeras. Tiene una inmensa generosidad y un humanismo que a veces no compagina con el negocio, nuestra observación es que resulta altamente ingenua al seguir dando a veces crédito o haciendo rebajas que perjudican su bolsillo. Pero no puede dejar de ser lo que es, una tamalera hermosa y generosa”.

Apoyemos a Magaly. Pilar y gran colaboradora en la existencia del tamal. Acaso la artífice directa de nuestros desayunos familiares los domingos.

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