miércoles, 23 de abril de 2008

Un chasqui en el siglo veintiuno

La papa es un producto mundial. Está en todos lados. Es difícil imaginar una gastronomía sin la papa frita por ejemplo, y países de primer mundo como Holanda, Alemania, Polonia o Rusia, no serían lo que son hoy sin la papa, que ayudó a soportar la hambruna en épocas difíciles. Pero el Perú tiene un plus. Es el país con mayor variedad de papas en el mundo, y la historia se ha encargado de contar que el nacimiento de este bondadoso tubérculo ocurrió en nuestras tierras. Por ello, la designación del “Año Internacional de la Papa” nos afecta directamente. Se vienen realizando distintas actividades y con el correr del calendario aparecerán muchas más. Una de ellas es la de Felipe Varela, el popular “Chasqui”. Él se ha propuesto recorrer a pie los siete mil kilómetros del Qhapac Ñan, antiguo camino Inca que fue un gran sistema vial, base de su organización económica, y que integra a miles de pueblos y comunidades ancestrales de seis países andinos, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile.

Felipe Varela recorre e investiga los caminos incas del Perú desde hace 15 años, como él dice, “realizando evaluaciones para el desarrollo del turismo rural-comunitario, y sobre todo, sensibilizando a las comunidades altoandinas acerca de la trascendencia de su patrimonio cultural y natural”. Para esta oportunidad se ha trazado cuatro objetivos: Reconocer a la papa como alimento integrador de los pueblos andinos; recoger información local sobre usos, técnicas de cultivo y almacenaje ancestral (andenerías, canales, colcas); recoger información sobre las variedades de papa existentes a lo largo de los 7 mil kilómetros, los diferentes pisos altitudinales que recorre este patrimonio cultural; y reubicar zonas de producción y sembrados de papa.
En palabras del Chasqui, su recorrido, además de dejar en alto el nombre de la papa y de paso, colaborar con el crecimiento de la gastronomía y el turismo en el Perú, tiene objetivos puntuales. Estos son: Transmitir oralmente experiencias e iniciativas de desarrollo comunitario; resaltar la pluriculturalidad de los pueblos andinos; posicionar al turismo comunitario como una alternativa económica para la generación de empleo; fomentar los deportes de montaña y cuidado de nuestra montaña a través de circuitos y rutas de trekking en los seis países; integrar a los pueblos andinos, con una visión de paz, equidad y complementariedad; y revalorar la tradición de los grandes caminantes andinos, los Chaskis, y de nuestros perpetuos arrieros.

El IPG forma parte de los auspiciadotes del “Chasqui”, y desde ya, le deseamos todos los éxitos en esta interesantísima faena, que se iniciará el primero de mayo en Pasto, Colombia, y que durará nueve meses, con escala final en Copiapó, Chile. En el camino, recorrerá Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina.
La papa, patrimonio alimenticio en el Perú, estará muy bien representada por Felipe Varela y su ahínco por recorrer siete mil kilómetros a pie. Aún existe gente que duda del origen de la papa. Chile, como en el pisco, también se quiere adjudicar de tamaño milagro. Qué más da, la papa seguirá existiendo y para nosotros, siempre será peruana. Como los chasquis, incansables caminantes que engrandecieron nuestra historia, y que con las fuerzas y el compromiso de Felipe Varela, el “Chasqui” del siglo veintiuno, tienen el mejor de los homenajes.

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